Hernán Darío Gómez se equivocó en sus expresiones cuando dijo que Ecuador va a aprender en la Copa América 2019. Hay que ser realistas, pero la intención de uno, como entrenador, es convencer y motivar a los jugadores de que se puede hacer un papel decoroso. La Copa puede servir como una base para luego buscar una clasificación al Mundial 2022, pero si la cabeza del equipo va a un torneo convencido del fracaso el resultado será negativo.