El destino de la final por la Copa Libertadores entre Boca Juniors y River Plate continuaba en suspenso el miércoles, a la espera de un fallo del tribunal de disciplina de la Conmebol sobre un reclamo del cuadro “xeneize” para que se descalifique a River por los graves incidentes de violencia que el fin de semana malograron la disputa del partido de vuelta entre los dos rivales argentinos.