Los clubes del fútbol ecuatoriano en este año no solo demostraron su poderío al someter a la FEF para que ponga en consideración de una asamblea la constitución de una Liga Profesional. Y es así que lo consiguió de inmediato. Luego pidió la cesión de competencias que perfeccionarían a pasos rápidos su autonomía para decidir ampliamente sobre el campeonato nacional del 2018, que aunque se inició bajo la dirección de la Ecuafútbol –situación que debió permanecer bajo responsabilidad del máximo organismo– en la práctica no lo fue.