Esa fue exactamente la pregunta que me formuló el periodista Ricardo Vasconcellos Figueroa, en Radio City, el miércoles anterior, y que me permitió desarrollar varias ideas sobre el estado del fútbol que viven los dos equipos más representativos de nuestra ciudad y las posibilidades que tienen de recuperar la etiqueta de opcionados a levantar el trofeo de campeón del balompié ecuatoriano en la campaña 2018.