El futbolista esmeraldeño Johan Padilla, arquero del club El Nacional de Quito, hace pocos días hizo pública su molestia por el trato racista que recibió en un partido de fútbol. Pero su reclamo fue más allá, al observar que el árbitro de ese juego se hizo de la vista gorda y no informó del caso. En su válida protesta, Padilla le dice al juez: “¡Cómo no va a escuchar el grito de uh, uh, uh si se escuchaba en todo el estadio!”. Pero para la reflexión, el arquero esmeraldeño abunda en razones: “Ya se ha hecho costumbre ese tema. Han transcurrido tantos años y no ha cambiado y no cambiará”. Y sentencia sus dichos así: “La ignorancia de la gente no los deja ver más allá de lo que son. Todos tenemos el mismo color de sangre, que es roja, y no nos damos cuenta”.