Por segunda vez en la historia, Bélgica alcanzó las semifinales de una Copa del Mundo (la otra fue en 1986). Hoy buscará la final ante Francia en San Petersburgo. Los dos tienen chances similares: se pueden ganar. Pero está claro que llegan a esta instancia dos de las mejores escuelas de formación de talentos de Europa. Francia hace años viene nutriendo de figuras a las grandes ligas, desde los tiempos de Zidane joven. Hoy se da el lujo de poner sobre el campo un once con abrumadora mayoría de excelentes jugadores: Lloris, arquerazo sólido siempre; los laterales Pavard (revelación del Mundial) y Lucas Hernández (del Atlético de Madrid, quien dejó en el banco nada menos que a Mendy, el Hombre Nuclear). La Hormiga Atómica Kanté; Pogba, que ha levantado muchísimo; Griezmann, cada día más brillante, ahora como conductor; Mbappé, la sensación; Varane y Umtiti, formidable dupla de zagueros; N’Zonzi, el dueño del mediocampo del Sevilla; Lemar, el zurdito que dibuja en el Mónaco; Kimpembe, otro central buenísimo del PSG… Nombramos a doce buenos-buenos. Francia es un centro de producción de cracks del que se sirve todo el continente.