Una frase común y universal que escuchamos: “Los dedos de las manos son más que los amigos que se tienen”. Disentimos de ella, porque cuando se encuentran en el vivir diario a personas con alto grado de consideraciones, de comportamiento admirable, responsables a toda luz en sus actividades y prestos a integrar una amistad ejemplar en situaciones normales y adversas, ahí se hace presente y para toda la vida un amigo.