El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en su declaración del martes pasado, expresó que “el Mundial 2018 no está en riesgo”. Sin embargo, tal testimonio no va acorde con la realidad del país anfitrión, Rusia, que frontalmente ha demostrado su apoyo a Siria, nación que este mes ha recibido bombardeos en conjunto de parte de Estados Unidos, Francia y del Reino Unido, lo que preocupa no solo al mundo del balompié, sino a todos los seres humanos.