En Sudán, donde una selección nacional de fútbol femenino es todavía un sueño, Salma al Majidi sabía que la única manera de tomar parte en su deporte preferido era entrenar... a un equipo masculino.
Publicidad
En Sudán, donde una selección nacional de fútbol femenino es todavía un sueño, Salma al Majidi sabía que la única manera de tomar parte en su deporte preferido era entrenar... a un equipo masculino.
En Sudán, donde una selección nacional de fútbol femenino es todavía un sueño, Salma al Majidi sabía que la única manera de tomar parte en su deporte preferido era entrenar... a un equipo masculino.
Publicidad
¿Tienes alguna sugerencia de tema, comentario o encontraste un error en esta nota?
El inversionista fue hallado descalzo y visiblemente alterado mientras corría hacia un agente de tránsito de la policía neoyorquina para pedir auxilio.
Publicidad