Lo que hoy comentaré en este artículo es una de las tantas historias que el tiempo se ha dado maneras de olvidarlas. Esto porque en nuestro país la memoria es frágil y también porque en ocasiones encontramos en la impasibilidad un mecanismo absurdo que fomenta que las nuevas generaciones no conozcan hechos reales influyentes. Como ejemplo, el caso al que me refiero en el título.