Allá por el 2014, las ideas para crear la Liga Profesional de Fútbol tuvieron su génesis en la disconformidad que existía de los clubes respecto a cómo la Federación venía utilizando las estructuras viejas, reglamentos y estatutos acomodados, para que el sistema favoreciera al continuismo. La FEF empleaba armas como el clientelismo, y la persecución a todo opositor que apareciera en el horizonte, con la única finalidad de mantenerse en el poder.