En estos últimos tiempos, el deporte ha sufrido golpes muy fuertes que han sacudido las bases de sus propios principios. Cuando en las primeras horas del 27 de mayo de 2015 la policía sacó de sus habitaciones del lujoso hotel de cinco estrellas Baur au Lac, con vista a los Alpes y al lago de Zúrich, Suiza, a siete dirigentes del fútbol mundial, se destapó el mayor escándalo de corrupción en la historia, denominado FIFAGate.