La tierra de su segunda nacionalidad, donde jugó doce años en la serie A, como no lo pudo hacer en su natal Uruguay o en la Argentina, donde se crio, la patria donde nacieron sus hijos y a la que defendió con la camiseta tricolor, la que le permitió ir de Riobamba a Guayaquil, del Puerto Principal a Cuenca y desde allí de vuelta a esta ciudad, le hace un nuevo llamado a Marcelo Fleitas para que desarrolle una etapa que también la inició acá, la de entrenador de fútbol.