Muchos especulan que Carlos Alberto Juárez no habría podido ser el goleador histórico de Emelec sin las asistencias que tuvo de parte de otros dos jugadores muy queridos por la hinchada, su compatriota Ariel Graziani, que también asistió a la reinauguración del estadio George Capwell, y el ecuatoriano Otilino Tenorio, fallecido en un accidente de tránsito en el 2005, en plena cúspide de su carrera como futbolista.