En las últimas semanas el béisbol ecuatoriano perdió tres destacados deportistas. Cuando en esta época del año deberíamos estar haciendo balances y elaborando informes de lo que pasó y de lo que se dejó de realizar –o quizás preparando nuevos planes, más acciones en medio de una tremenda crisis– tenemos que hacer una pausa para mencionar la desaparición física de un trío de destacados cultores de la pelota chica.