Cuando Lionel Messi se haya retirado echaremos cuentas de lo que habrá hecho. Y cuando evoquemos los mejores partidos del argentino hablaremos forzosamente del de la noche del domingo, en cuyo segundo tiempo soltó toda una exhibición. Su energía, su entusiasmo y su lucidez elevaron el nivel de los suyos, que en el primer tramo del compromiso se habían visto desbordados por el Sevilla.