De la más grande hazaña del deporte nacional Diario EL UNIVERSO dijo, el 27 de julio de 1996, en una nota titulada ‘Jefferson de oro’: “Ecuador entero vibró con el triunfo de Jefferson Pérez, un cuencano de 22 años que ayer ganó la marcha de 20 kilómetros en Atlanta 1996 y reivindicó el honor patrio al conseguir la primera medalla olímpica en la historia nacional”. Y esa presea del andarín fue dorada.
Este Diario también reflejó la alegría desbordada que se vivió en todos los rincones del país: “Bocinas sonando o gente gritando en las calles: todo valía el momento de avivar el triunfo del pequeño cuencano de 22 años.
Es que la primera medalla en cien años de olimpiadas removió la emoción hasta de los más parcos. El país se paralizó para ver en acción a su gran campeón. En Guayaquil, los almacenes de venta de televisores estuvieron copados de aficionados a la hora de la carrera (08:20 de Ecuador), que al final de esta se volcaron a las calles para festejar el triunfo. Los festejos se extendieron a Quito, Esmeraldas, su natal Cuenca, entre otras ciudades”.
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Luego del estreno olímpico de Ecuador en París 1924 se produjo una ausencia que finalizó en México 1968. Por eso, luego de la inolvidable hazaña de Pérez, en las páginas de este rotativo se comentó: “La frustración de casi cien años se convirtió en alegría en 1 hora, 20 minutos, 7 segundos (tiempo registrado por Pérez para triunfar) y durará por siempre”.
El azuayo, que había sido campeón mundial juvenil en 1992, también en 20 km, estuvo en lo más alto del podio, seguido por el ruso Ilya Markov (medallista de plata) y el mexicano Bernardo Segura (bronce). El emocionado relato de este Diario por lo hecho por Jeff en los JJ.OO. de Atlanta 1996 continuó: “Nuestro anhelo de escuchar el Himno Nacional en una justa deportiva y de sentir la miel de la victoria es hoy una realidad. La magia de la televisión nos hizo seguir el triunfo en vivo y en directo. Las lágrimas nos emocionaron y alteraron nuestros nervios.
Primero vivimos la tensión de verlo lograr un sitial importante, luego la fe de alcanzar al menos la de bronce y finalmente sentir como nuestro su paso a la medalla de oro. Hoy el nombre de Jefferson Pérez, el héroe nacional, pasó a la historia. Gracias, Jefferson. El país necesitaba su victoria”.
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La confirmación de Pérez como uno de los mejores andarines de la historia, en 20 km, se confirmó con otros títulos. Entre otros títulos mundiales, al coronarse en París 2003, Helsinki 2005 y Osaka 2007. Jeff se retiró con otra presea olímpica, la de plata en Pekín 2008, donde lo superó el ruso Valery Borchin, sospechoso de haber triunfado dopado. “Debe retribuirse el daño que se hizo a muchos deportistas, en mi caso particular yo no fui por una medalla, fui por un estímulo a mi país”, dijo el cuencano en enero del 2015 sobre la posibilidad de recibir el oro. (D)
No sé si voy a ganar, pero para no ganar tendrán que matarme (anticipó Jefferson Pérez antes de la prueba de 20 km marcha en Atlanta).
