Desde que asumió como seleccionador de Bolivia a fines de agosto, Julio César Baldivieso intenta aportar su grano de arena para refundar el fútbol de su país. Con ese objetivo en mente, apela a varias de las herramientas que mostró como jugador, cuando destacó como un talentoso armador de aquella generación que disputó la Copa Mundial de EEUU 1994. Entre ellas sobresalen su personalidad para tomar las decisiones necesarias y su convicción para sostenerlas.