“Si hubiera fallado, hoy sería un tornero con 40 años de antigüedad”, dice sonriente, con su bigote característico, Antonin Panenka, creador hace casi cuatro décadas de una célebre acción que lleva su nombre. El ‘penal Panenka’ es un gesto futbolístico tan raro, que el nombre del protagonista se ha convertido en un término genérico.