En la misma arcilla de París, sobre la que en la última década solo han reinado Rafael Nadal, Roger Federer y desde el domingo anterior Stanilas Wawrinka, el ecuatoriano Andrés Goméz Santos (nacido en 1960) también alcanzó la gloria. En Roland Garros, el 10 de junio de hace un cuarto de siglo, la vibrante coronación del Zurdo de Oro sobre el tenista estadounidense Andre Agassi (6-3, 2-6, 6-4 , 6-4) estremeció a Ecuador y confirmó a Gómez como un ídolo. De su hora más brillante y emotiva como deportista el guayaquileño, invitado permanente al torneo, conversó con EL UNIVERSO.