El alemán Nico Rosberg (Mercedes) ganó ayer el Gran Premio de Gran Bretaña de Fórmula 1, en el circuito de Silverstone, por delante del australiano Mark Webber (Red Bull) y el español Fernando Alonso (Ferrari), en una carrera muy movida, detenida dos veces, y en la que abandonó Sebastian Vettel, el líder del mundial.

Rosberg se puso en cabeza a diez vueltas del final, tras el abandono de su compatriota Vettel (Red Bull), que iba por delante en ese momento y se quedó varado por un problema con la caja de cambios.

Con este, Rosberg suma el segundo triunfo de la temporada, tras el obtenido a fines de mayo en el GP de Mónaco.

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“Esta victoria es muy especial, porque la hemos logrado muy cerca de nuestro taller de Brackley (situado a pocos kilómetros de Silverstone). Es una recompensa para todo nuestro equipo, que ha trabajado mucho estos últimos meses”, comentó Rosberg en el podio.

En cuarta posición quedó el británico Lewis Hamilton (Mercedes), que había partido en pole position, y en quinta el finlandés de Lotus Kimi Raikkonen. El brasileño Felipe Massa (Ferrari) terminó sexto.

Tras la prueba, Rosberg recibió una amonestación por no reducir lo suficiente la velocidad con banderas amarillas. Luego de analizar todas las pruebas, los comisarios de la carrera optaron por una reprimenda y descartaron una sanción mayor al alemán, que se impuso por 765 milésimas al australiano Webber.