Nos reuníamos por las tardes para trabajar en el periodismo en un vespertino que todavía circulaba y en una revista que se llamó La Otra. Jimmy Jairala siempre fue un hombre sencillo y sensible. Yo sabía de antemano que su debilidad era narrar con un micrófono carreras en el hipódromo y que en fútbol su equipo favorito era Barcelona.

Aquellas actividades nada tenían que ver con su trabajo de noticias en TC, donde adquirió popularidad. De repente, de un momento a otro, apareció como candidato a alcalde de Guayaquil y, posteriormente, en la elección que sí ganó, la de Prefecto del Guayas. Y vaya que está sonando.

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No escribo de política ni de su obra de vialidad y otros servicios, lo que me atrajo, no podía ser de otra manera, es su vinculación con el deporte. Dice un reporte que más de 5.000 niños escolares están direccionados y han escogido el fútbol en 21 cantones de la provincia. Les enseñan no solo a patear la pelota, sino que se integran a la cultura física y recreación, que es lo definitivo de cualquier actividad deportiva.

Pero sin salirnos del fútbol ya hay también más de 300 damitas y también niños con capacidades especiales en cinco cantones. Hay más de 30 técnicos y exfutbolistas ecuatorianos –¡qué bien!–. Todos los que fueron grandes en sus equipos y se capacitaron en el Instituto Tecnológico de la FEF.

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Con eso, pienso yo, se ayuda a eliminar uno de los dolores más grandes de un deportista, que cuando llega el retiro cae en la soledad más espantosa. De esas grandes figuras escojo como muestra a Luis Capurro, Holger Quiñónez, Hamilton Cuvi, Galo Vásquez, Tulio Quinteros y perdón porque por falta de espacio se me quedan como 28 más en el tintero.

Estos más de 30 ahora entrenadores, están repartidos en las escuelas de los 21 cantones y practican tres días a la semana, de 15:00 a 18:00, con alegría y disciplina. El jefe de la unidad de Escuela de Fútbol de la prefectura es Flavio Perlaza y los coordinadores Eduardo Macias, Washington Muñoz y José Yagual, de tal forma que las enseñanzas de técnica, táctica y pedagogía quedan aplicadas.

En este mes se inauguran diez escuelas de fútbol en Guayaquil en convenio con Fedeligas para llegar a tener más de mil alumnos (entre hombres y mujeres). También se dará viada para el primer torneo intercantonal de las escuelas de fútbol guayacas, bajo la tutela del Consejo Provincial.

La Prefectura tiene firmados acuerdos con Barcelona y Emelec para que los exponentes de sus escuelas de fútbol de los diferentes cantones formen parte de las divisiones menores de los equipos toreros y eléctricos. ¡Qué bueno!

¿Y cómo comenzó este tropel deportivo? Pues, dizque se le ocurrió a Jimmy Jairala, Luzmila Nicolalde y demás consejeros. Pusieron al frente al exarquero Carlos Luis Morales y al sofbolista Carlos Eduardo Arcos y arrancó el proyecto que ahora lo dirige la entusiasta dama Verónica Loayza.

Ah, me olvidaba, ya comenzaron las escuelas de básquet y bendito sea.

Eso es hacer cultura, eso es hacer patria, eso es tener sensibilidad social. El deporte es el antídoto perfecto contra las malas costumbres humanas. Les contaré una vieja y olvidada historia. En 1975, con un concepto de educación y cultura, en Guayaquil se quiso implantar que la enseñanza de la Educación Física en las escuelas municipales del cantón se convirtiera en clases deportivas y no en ejercicios de bajar y subir los brazos. Ello fue denunciado al Ministerio de Educación por querer “cambiar” el pénsum académico y casi meten preso al autor de esa idea.

¡Cómo han cambiado los tiempos! Bien por los niños de los cantones provinciales, bien por los futbolistas retirados, bien por la Prefectura.