La enfermedad que ocasiona la  pérdida del cabello se denomina alopecia y es muy común en hombres, explica el especialista en medicina estética Nelson Medina.

La dermatóloga Roxi Casquete señala que existen varios tipos de alopecia, entre ellos la areata, que se origina por un factor inmunológico y que mata los folículos pilosos (que son los encargados de hacer crecer el cabello).

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Este tipo de alopecia se produce mayormente por estados emocionales fuertes por los que pasa el afectado, como la pérdida de un familiar o de un empleo, menciona. Casquete agrega que, además, existe la alopecia total, que es la pérdida del cabello en toda la cabeza, y la universal, que son casos drásticos en los que el afectado puede perder la población del cabello en todo el cuerpo, incluso en los genitales.

La alopecia total y universal ocurre cuando la de tipo areata ha evolucionado, señala la dermatóloga. Ella recuerda dos historias  de alopecia universal: “Tuve como pacientes a una niña y un niño, tenían un estado de depresión grande; la primera había sido testigo de una violación y el segundo sufría rechazo escolar. En estos casos es necesario que los pacientes acudan a un psicólogo”.

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Uno de los tipos más comunes es la alopecia difusa, que es la pérdida de cabello progresiva que no llega a producir calvicie total y se produce mayormente en mujeres. Surge por una mala alimentación, según explica Casquete, y ocurre con más frecuencia cuando la mujer está en etapa de lactancia, después del parto. Para esto, Casquete aconseja una dieta con nutrientes como el  zinc, los aminoácidos y el  hierro.

Esta patología se origina por múltiples factores, como la raza, por ejemplo. “Los europeos, los árabes y los turcos tienen mayor pérdida de cabello”, señala Medina, y agrega que el tipo de cuero cabelludo también puede influir directamente en la pérdida del cabello: “Un cuero cabelludo muy grasoso causa pérdida del cabello, pero esto a su vez puede ser causado por otros factores, como el estrés”, agrega.

Los especialistas coinciden en que afecciones como la caspa, la dermatitis seborreica y la psoriasis son causantes de que el cabello se caiga.

Medina explica que se puede llegar a perder hasta 50 cabellos al día. “Peinarse y ver cabello en el cepillo o levantarse y dejarlo en la cama es normal, pero existe un problema cuando este no se regenera”, dice.

Asimismo, agrega que aunque en las mujeres también se presenta esta afección, no es tan notoria como cuando aparece en los hombres, lo que se denomina alopecia androgénica, que afecta especialmente a las áreas de la coronilla y las entradas (laterales de donde termina la frente).
La especialista en medicina estética Elisa Vélez dice que para este tipo de alopecia se utiliza el tratamiento ‘plasma  rico en plaquetas’, que consiste en la extracción de 10 cm de sangre del paciente para sustraer el plasma, que es la parte de la sangre que contiene las plaquetas y los factores de crecimiento del cabello, según explica el doctor Medina. “Estas plaquetas se las inyecta en el cuero cabelludo y como resultado se reestructurará el folículo piloso y el pelo volverá a crecer”. Vélez agrega que este tratamiento también se utiliza para contrarrestar el envejecimiento.

Sin embargo, Casquete dice que no hay un medicamento comprobado para la alopecia androgénica. Ella recomienda acudir a un especialista antes de someterse a un tratamiento para cualquier tipo de alopecia, pues sostiene que “es necesario evaluar el cuero cabelludo”.

DATOS

Etimología: El término alopecia fue descrito por el dermatólogo francés Raymond J. Adrien Sabouraud y deriva del griego alopex (zorro), debido a que este animal cambia de pelo dos veces al año.

Origen: Entre otros factores, la pérdida del cabello se produce porque el cuero cabelludo no recibe sangre. El médico Nelson Medina explica que existen tratamientos para esto.

Estadística: Según un estudio reciente, cerca del 40% de las mujeres desarrollan alopecia difusa al menos una vez en su vida.

Curiosidades: La obsesión por la caída del cabello llevó a Julio César a pedir al Senado que le dejase llevar la corona de laurel de forma permanente, no solo para los juegos olímpicos. Su imperioso objetivo era ocultar su calvicie.