Ya sabemos todos que los toreros perdieron la gran oportunidad de subir en el tablero por culpa del Independiente, el que una semana atrás fue su cliente en Sangolquí. ¿Por qué? Porque en la altura metió tres goles y en el llano solo uno.
Escrito está en la piel de cada aficionado que una de las tantas cosas que hacen bello al fútbol es la incertidumbre de los resultados. En el estadio Monumental, los toreros fueron menos equipo que en la Sierra, pero más que en su pasado reciente. Ahora jugó más fútbol armónico a pesar del empate y a pesar también de que el Independiente José Terán fue mejor aquí que en su tierra.
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Lastima sí, y en esto tiene razón Álex Aguinaga, que el equipo pichinchano arremetió a patada limpia contra los locales como también suele hacerlo el rey de la trompada, José Luis Perlaza. Este defensa torero confunde la fortaleza con la agresión y tiene el defecto de arremeter por su estatura a cruzar el puño la cabeza del contrario, y alguna vez dejó en el piso al propio arquero Banguera. Recio es una cosa, agresivo es otra. Tan lamentable lo de Perlaza que por su ausencia llegó el empate.
Queda una gran preocupación en el DT barcelonés: su defensa. En doce juegos tiene catorce goles en contra. Ya sabemos que, aunque ha mejorado su medio campo, la delantera, debe subir su nivel. Tiene once goles a favor para un menos 3. Para terminar la parte de los amarillos, hay que reconocer que han mejorado técnicamente con Álex, pero tienen que aumentar su calidad de juego.
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En tanto que a Emelec le salió todo al revés: empató en el Capwell y ganó en el Serrano Aguilar. En Guayaquil, ya lo dijimos, fue muy superior al D. Cuenca y no le pudo ganar ni meter un gol. En cambio, en la altura los azules fueron ligeramente superiores a pesar de la lentitud de Eial Strahman y las inútiles ganas de Cristian Menéndez. Un golazo de David Quiroz liquidó con justicia a favor de un equipo que, en términos generales, fue mejor.
El conjunto azul impensadamente jugó el pasado viernes cuando había pedido postergar el juego por su trajín entre campeonato y la Copa Libertadores. La FEF no aceptó el pedido.
Leamos algo. El martes 12 jugó en la noche contra el D. Cuenca. Previamente, en la mañana de ese día tomó un avión con destino a la capital azuaya, pero el avión no pudo aterrizar porque el aeropuerto, por cuestiones climáticas, estaba cerrado. A las pocas horas tomó un bus para viajar más de tres horas y cumplir el compromiso.
Al siguiente día, a primera hora regresó en avión a Guayaquil con la noticia de que no aceptaron la postergación del juego contra el Independiente, por lo que tomó un vuelo el jueves a Quito; el viernes viajó de Quito a Sangolquí y jugó a las 12:00. Luego de ese partido regresó a Guayaquil y ayer viajó a Porto Alegre (Brasil) e hizo escala en Perú y Sao Paulo (Brasil) para llegar a su destino, jugar el martes y volver de inmediato.
Con toda seguridad los eléctricos van a protestar ante la FEF la falta de comprensión y compañerismo del Independiente. Veremos qué pasa.
En todo caso, con gran entusiasmo y acicalado por el maltrato recibido puso ganas y goles para ganar en Sangolquí al equipo pichinchano.
No hay mal que por bien no venga. Ojalá que les vaya bien en Brasil a los millonarios.