QUITO .- Sus mejores años como futbolista los vivió en Liga de Quito, y él lo reconoce. En cinco temporadas (entre el 2005 y 2009) ganó tres títulos internacionales y dos ecuatorianos con los albos. Pero hoy, a partir de las 19:00 en el estadio Olímpico Atahualpa, Jairo Campos, como zaguero del tradicional rival, Deportivo Quito, tratará de evitar el triunfo azucena.

Junto a su familia, en un conjunto residencial al norte de la capital, el defensor recibió a este Diario el pasado jueves, para conversar sobre este clásico quiteño. Pero también para revelar cómo marcará a Walter Mamita Calderón, atacante de los blancos, quien se convirtió en uno de sus mejores amigos durante su estadía en Liga.

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"Lo mejor, previo a un partido, es tener tranquilidad. Eso lo tengo con mi esposa (Sandy Anangonó) y mis hijos (Steven de 10 años, Mateo de 4 y Brenon de 1). Luego, que en el equipo todo esté bien y en el Quito todo está en orden. Llegamos en óptimas condiciones", dice el imbabureño, mientras en la sala dos de sus descendientes se disputan un carro de juguete.

Steven y Mateo Campos lucen las camisetas de los chullas, aunque varias veces, durante la charla con su padre, ellos cantan las canciones de Liga. Aun así, la familia Campos Anangonó se declara hincha azulgrana, incluida Sandy, cuyo corazón, dice, perteneció al Barcelona. El zaguero del club de la Plaza del Teatro reconoce que este encuentro ganó expectativa porque los dos clubes están en la cima de la tabla (D. Quito tiene 23 y Liga 22). “Es un plus extra porque el ganador tendrá grandes opciones de llevarse la etapa. Será un partido muy caliente”, expresa Campos.

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El futbolista, nacido en Carpuela hace 26 años, confiesa que será difícil marcar a Mamita Calderón. "Va a ser muy complicado. Caldera (como también llaman al delantero albo) está en racha, ha hecho muchos goles. Pero yo he entrenado para no dejarlo hacer nada; ojalá no me dé problemas", sostiene.

'Sé que me insultarán' Antes de ser fichado por el Quito, Campos, cuyo pase pertenece al Atlético Mineiro brasileño, fue tentado por Liga para que vuelva al país. Pero no hubo acuerdo económico con su exequipo y fichó por el acérrimo adversario. "No dudo que el sábado (hoy) varios me insultarán por eso", afirma.

En la despedida, la familia está segura de que el D. Quito ganará, pero el más optimista es Mateo, quien vaticina un 4-0 a favor del equipo de su papá.