República Dominicana es el mayor exportador de beisbolistas rumbo a las Grandes Ligas. El primero en llegar fue Ozzie Virgil, luego arribaron los hermanos Felipe, Mateo y Jesús Alou; también el lanzador Juan Marichal, que por sus grandes actuaciones recibió el inmenso honor de ser escogido para integrar en el Salón de la Fama.

Luego brillaron una serie de peloteros como George Bell, Sammy Sosa, Pedro Martínez y otros. Hoy la lista es extensa y muchos son grandes estrellas: Albert Pujols, en los Cardenales de San Luis; Robinson Canó y Álex Rodríguez, de los Yankees de Nueva York; David Ortiz, de Medias Rojas de Boston; Adrián Beltré, de los Rangers de Texas; Manny Ramírez, de Mantarrayas de Tampa Bay; Ubaldo Jiménez, de los Rockies de Colorado; Francisco Liriano con los Mellizos de Minnesota; Juan Uribe, Miguel Tejada, con los Gigantes de San Francisco; José Reyes, de los Mets de Nueva York; Vladimir Guerrero, de los Orioles de Baltimore, y más.

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La historia cuenta que alrededor de 1880 algunos cubanos que huían de la guerra llegaron a la isla quisqueyana y entre ellos los hermanos Ignacio y Ubaldo Alomá, que regaron el béisbol en los complejos azucareros y los bateyes.

La ocupación militar de Estados Unidos en 1916, en República Dominicana y sus administradores le dieron un gran impulso. La llegada del dictador Rafael Leónidas Trujillo consolidó el béisbol al entregarle gran apoyo. Pero eran los Tigres del Licey que ganaban los campeonatos. Trujillo construyó un nuevo estadio, él necesitaba tener un club ganador y fusionó tres equipos y los llamó los Dragones de Ciudad Trujillo.

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El equipo de San Pedro de Macorís, para equilibrar fuerzas, contrató a tres grandes estrellas de la famosa Ligas Negras de EE.UU.: Satchel Paige, Josh Gibson y Cool Papa Bell. Pero a su llegada al aeropuerto de Santo Domingo fueron detenidos y obligados a jugar para el equipo del dictador.

A nivel de selección República Dominicana fue campeón mundial en 1948, vicecampeones en 1942, 1950 y 1952. Terceros en la Copa Intercontinental de 1981. También medallista de plata en los Panamericanos de 1979. No están en la élite mundial porque en los grandes certámenes se ven privados de contar con sus estrellas de las Grandes Ligas, pero la calidad del béisbol dominicano ha ido aumentando progresivamente para convertirlo en uno de los más fuertes del mundo

En el Ecuador varios peloteros quisqueyanos han ejercido gran influencia.

Fue en la temporada de 1972 cuando la dirigencia importó doce peloteros para ser repartidos en cuatros clubes de Guayaquil. Eliodoro Arias, Francisco Díaz, Víctor Ramírez y Fausto Corporán, junto con los nacionales Pedro Murrieta, Juan Veintimilla, Washington Fiallos, Antonio Medina, Víctor Silva, Galo Rodríguez, Félix Avilés, Arturo Zoeller, Julio Yánez, le dieron de manera sensacional, y con una gran levantada, el título de campeones provinciales a Liga Deportiva Estudiantil (LDE).

Con el tiempo llegaron otros dominicanos que dejaron profundas huellas de buena pelota, como Virgilio Pérez, Rafael Almonte, Mariano Cruz, Máximo Ventura, Salusitnao Ramírez, Júnior Banks, Eugenio Jorge, Domingo de León, Frank Méndez, Juan Estévez, Rafael Tavárez y otros.