AFP
MELBOURNE, AUSTRALIA.- El serbio Novak Djokovic, tercero del ranking mundial, ganó por segunda vez en su carrera el Abierto de Australia, tras vencer con autoridad ayer en la final al escocés Andy Murray, quinto de la ATP, 6-4, 6-2 y 6-3.

Djokovic continúa así con su objetivo de romper la hegemonía del español Rafa Nadal (número 1) y el suizo Roger Federer (2) en las últimas temporadas, iniciando el 2011 con la conquista del primer Grand Slam del año, tras terminar el 2010 como finalista del US Open y campeón de la Copa Davis.

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Para la estrella balcánica, que había triunfado en Australia en el 2008, se trata también de su segundo título en un major, tras un torneo impecable, en el que había dejado fuera en semifinales a Federer, también con contundencia y en tres mangas, 7-6 (7/3), 7-5 y 6-4.

En 2 horas y 37 minutos, Djokovic fue claramente superior, haciendo gala de su temperamento agresivo ante un Murray impreciso, sin iniciativa y a la defensiva, que volvió a mostrar un exceso de nerviosismo, enfadándose de manera visible con sus constantes errores.

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El serbio rompió en siete ocasiones el servicio de su rival, la última de ellas cuando iba dominando 4-3 en el segundo set, lo que le abrió de manera definitiva el camino del set, que liquidó por la vía rápida con su servicio en el siguiente juego.

Apenas terminada la final, Djokovic dio rienda suelta a su alegría y festejó con los cientos de serbios que con banderas lo vitoreaban desde las gradas de Melbourne Park, en una ceremonia digna de un campo de fútbol.

En agradecimiento, el campeón de Australia se despojó de su camiseta y sus zapatos y los lanzó hacia las tribunas, a sus seguidores.

Habitual animador de los torneos con sus bromas y parodias, que lo han convertido en el gran showman del circuito ATP, en Australia Djokovic volvió a dar muestras de su sentido del humor: se prestó a bailar salsa con una estrella de TV, a la que luego intentó enseñar a mejorar con la raqueta, para deleite de los aficionados. Mientras, con seriedad se lanza a la búsqueda del primer lugar.

75
AÑOS DE SEQUÍA
La caída de Andy Murray prolongó la espera británica, cuyos tenistas no conquistan un Gran Slam desde 1936.