El pasado sábado, el squash fue la principal atracción en el centro comercial El Condado, de Quito. Allí se instaló una cancha (urna de vidrio), en la que se disputó la final del Campeonato Mundial Junior entre las selecciones de Egipto, el favorito, y Pakistán.

Amr Khaled Khalifa fue el héroe del equipo egipcio, ya que la semana pasada ya había logrado el título en la categoría individual, y la semana pasada se comprometió con prolongar el triunfo en la modalidad por equipos.

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En el primer duelo de la final, Khaled Khalifa venció al paquistaní Danish Atlas Khan en tres set de 11-3, 11-9, 11-3, en 43 minutos de juego.

Las series por equipos se jugaron al mejor de tres partidos. Egipto resolvió el título con dos triunfos.

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En el segundo encuentro, por primera vez en todo el torneo Egipto perdió un duelo. Fue el paquistaní Nasir Iqbal quien venció al jugador egipcio Ali Farag en cinco intensos parciales de 8-11, 11-6, 7-11, 11-2, 8-11, durante 65 minutos de partido.

En el juego decisivo, Marwan El Shorbagy derrotó a Farhan Zaman por 11-5, 4-11, 11-9, 11-9 (en 50 minutos) y logró el triunfo para Egipto.

La tribuna, ubicada al frente de la cancha o a las espaldas de los jugadores, estuvo colmada, no solo por entrenadores, organizadores, jueces y delegaciones de otros países, sino también por decenas de espectadores que pasaron de ser curiosos a convertirse en aficionados.

En este torneo intervinieron Canadá (tercero), Inglaterra (cuarto), México, Guatemala, Nueva Zelanda, Japón, Canadá, Australia, Colombia y Ecuador.