Aunque suene a frase repetida que raya en el cliché, los niños son el futuro y por eso hay que prepararlos para que enfrenten el mundo y sepan cuidarlo. Martha Cueva, directora del programa de educación del Centro VIDA/Bahía en Estados Unidos, afirma que “hay que decirle a los niños que las cosas no están tan bien como podrían estar y que ellos deberían comenzar a hacer algo”.

“Reorientar nuestra educación, no solo hacia buenos valores sociales sino hacia las buenas prácticas ambientales, enseñando a los niños y jóvenes valores enfocados hacia el desarrollo de la conciencia ambiental, a ser eficientes con el uso de los recursos dentro de su entorno”, es la solución que propone José Javier Guarderas, de Sambito. De este modo, señala, se les enseña a ser consumidores críticos y a generar menos desechos.

Publicidad

La abogada ambientalista Inés Manzano apunta a la educación desde el hogar, las empresas y las instituciones públicas. “Solo lo que se cuida, se entiende y se conoce, se puede respetar. La interacción del agua, el aire, la biodiversidad para tener calidad de vida en una ciudad y fuera de ella debe ser comprendida por el niño”, expresa Manzano y agrega que es importante que se den espacios de esparcimiento idóneos para el niño y la familia.
 

Consejos de padres sobre el medio ambiente para niños

Publicidad

Con la ayuda de su familia, los niños pueden:

  • Usar menos agua cuando se lavan las manos, se cepillan los dientes o toman una ducha.
  • Destinar una caja con papeles para dibujar que ya estén usados de una cara, o un cajón para proyectos de arte con objetos interesantes que de otro modo se tirarían a la basura.
  • Recordar a los miembros de la familia llevar bolsas reutilizables cuando van de compras, apagar las luces que no se utilizan y asegurarse de que la calefacción y el aire acondicionado no estén excesivamente altos.
  • Recortar las horas de televisión, mirando solo ciertos programas.
  • Reemplazar bombillas incandescentes por otras fluorescentes.
  • Ser responsable del área de reciclaje.
  • Reparar objetos rotos cuando sea posible, en vez de reemplazarlos.
  • Hacer abono, con los restos de comida, para el huerto o el jardín.
  • Hacer un concurso con otros niños para ver quién puede recoger más basura.
  • Encontrar maneras de que la familia pueda ahorrar más electricidad, agua y gas.