Esta semana la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) se pronunció en defensa del uso terapéutico y estético de la toxina botulínica (conocida más por su nombre comercial, Bótox), afirmando que no hay constancia de muertes por su uso en los 75 países en que está autorizada.

Este anuncio aparece luego de una alerta emitida en enero pasado por las autoridades de salud canadienses sobre los peligrosos efectos secundarios e incluso mortales de la toxina, atribuidos a su posible dispersión a otras partes del cuerpo y que pueden causar debilitamiento muscular, problemas de deglución, desórdenes del habla, pulmonía, entre otros.

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Las preocupaciones por su uso van mayormente dirigidas hacia el campo estético, cuya demanda es masiva a nivel mundial y está autorizada por la  Agencia Federal Estadounidense del Control de Medicamentos de Estados Unidos (FDA).

El organismo investiga actualmente reportes de muertes de niños, a quienes se les aplicó el producto para tratar sus espasmos musculares. Aún no se ha emitido un informe que confirme, desmienta o haga recomendaciones al respecto.

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En Ecuador, el uso de la toxina botulínica A es común y mayor en las consultas de los cirujanos plásticos para suavizar las líneas de expresión que se marcan con los años y prevenir la aparición de otras nuevas, así también para eliminar la sudoración excesiva en axilas, manos y pies (se la aplica una vez al año).

Carlos Márquez, ex presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Cirugía Plástica Reconstructiva y Estética, señala que la toxina trae complicaciones serias, pero cuando no es usada por profesionales adecuados, porque hay que saber dónde y cómo se la coloca.

Agrega que en el país se la empezó a usar hace unos diez años y que son las mujeres quienes más la solicitan. “Hay una relación del 60% mujeres y 40% hombres, y son de alrededor de 40 años en adelante”, anota el cirujano.

Elizabeth Benites, dermatóloga y miembro del Instituto Nacional de Higiene y Medicina Tropical, dice que las complicaciones son escasas, pero entre las que se conocen están la caída del párpado superior o de la cola de la ceja, que generalmente ocurren por mala aplicación, sin embargo, aclara, todas estas  son transitorias y reversibles en corto tiempo.

La especialista anota que en Ecuador no hay reportes oficiales de malas aplicaciones, pero ello no significa que no existan, ya que no solo los cirujanos y dermatólogos (capacitados para colocar en la parte estética) son los  que lo hacen, sino también cosmetólogas, pero ello aún no está identificado por las autoridades de salud.

Uno de los casos no denunciados es el de una quiteña (prefiere reservar su nombre) que acudió a una cirujana para que le diera un tratamiento no quirúrgico para verse más joven. “Me puso colágeno y como después se me enrojeció e hinchó la cara, al mes y medio me aplicó el Bótox en la frente, los pómulos y las patas de gallo, donde también me había puesto el colágeno, y ahora tengo los párpados hinchados y a veces se me ponen peor. Los dermatólogos que he consultado me dicen que es una reacción alérgica. No me puedo operar esas bolsas en los ojos porque corro el riesgo de quedarme ciega”, dice.

Benites anota que si la persona es alérgica a la toxina botulínica puede entrar en un caso extremo de shock anafilático y presentar síntomas como espasmos. “Los efectos secundarios de la aplicación son dolor e inflamación en la zona donde se hizo la infiltración, dolor de cabeza y náuseas, pero si no hay alergia, pasan”.

Otro de los casos en los que no se debe poner la toxina es cuando la persona es alérgica a la albúmina humana, está embarazada o en periodo de lactancia, cuando ha ingerido alcohol una semana antes del tratamiento, ha tomado aspirinas o antiinflamatorios las dos últimas semanas previas a la colocación.

Si se presenta algún tipo de reacción, lo mejor es suspender la puesta del producto y averiguar su origen.

Aplicaciones
Aunque hay médicos que lo aplican cada cuatro meses, lo recomendable es que no sea más de dos veces al año.

Costo
Una sesión cuesta de $ 200 a $ 300, dependiendo de las unidades que requiera el paciente.

Marcas
Botox o Vistabel (laboratorio Allergan), Myobloc o Nurobloc (Solstice Neuroscinces), o Dysport (Ipsen).

Controles
En la Dirección de Salud del Guayas los funcionarios se limitan a decir que están dispuestos a realizar los operativos para controlar el uso y venta del producto.