Pasar más de diez horas en  internet o sumergidos en el mundo digital, que incluye a los teléfonos inteligentes podría cambiar el modo de leer, aprender e interactuar de las personas, sobre todo de quienes viven apegadas a la era cibernética, asegura un análisis publicado por la agencia AP.

En el estudio, Gary Small, psiquiatra de la Universidad de California, en Los Ángeles, Estados Unidos, sostiene que a futuro la exposición diaria a este tipo de tecnología alteraría el modo de funcionamiento del cerebro.

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"Cuando se pasa más tiempo abocado a tareas de tecnologías y menos tiempo expuesto a otros seres humanos, se aleja de las habilidades sociales fundamentales como la de interpretar las expresiones faciales durante la conversación", señala Small, quien acota que de a poco se perdería la capacidad para interpretar los mensajes no verbales.

Small anota que el efecto es mayor en los llamados nativos digitales, que serían los adolescentes hasta 20 años, que han estado inmersos en el mundo digital desde la infancia.

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Un californiano adicto a  internet, John Rowe, de 19 años, pasa de seis a doce horas diarias en línea, cree que si no saliera (un promedio de cuatro veces por semana) y pasara  tiempo con sus amistades no tendrían las habilidades sociales que ha ganado.

Para la neuróloga Tracey Shors, de la Universidad Rutgers (EE.UU.), el análisis es interesante, aunque difícil de demostrar.

Otros especialistas, en cambio, se muestran un poco escépticos como el psicólogo Robert Kurzban, de la Universidad de Pensilvania, quien menciona que los científicos aún tienen que aprender cómo las experiencias personales afectan la configuración del cerebro para lidiar con la interacción social.

La era Google
La vida en la era del buscador Google incluso podría cambiar el modo de lectura, ya que no le permite al cerebro hacer exhaustivamente  funciones de comprensión y análisis, explica  Maryanne Wolf, de la Universidad Tufts.

Por otra parte, algunas investigaciones sugieren que el cerebro se beneficia con el uso de internet. Mizuko Ito, de la Universidad de California, llegó a la conclusión de que al intercomunicarse con sus amistades, con mensajes de texto, por ejemplo, los adolescentes aprenden habilidades valiosas que necesitarán para trabajar en la era digital.

En Ecuador
La comunicadora y programadora neurolingüística Miriam Rojas considera que no se puede generalizar sobre el tema, porque el desarrollo de las habilidades y la interacción social de los chicos dependen además de otros factores como el carácter.

"A los jóvenes extrovertidos la tecnología les ayuda a potenciar sus relaciones sociales y expandirlas cara a cara. Mientras que para los introvertidos se puede convertir en un escondite, por eso pasan mucho tiempo frente a sus equipos y ni te miran a la cara y solo agachan la cabeza cuando les hablas", explica Rojas.

Rojas recomienda a los padres estar pendientes de sus hijos, establecerles horarios y propender a que se relacionen con otros chicos a través de actividades físicas o recreativas.

Todo exceso tiene sus pros y sus contra, añade el psicólogo Johnny Mero, quien considera posible que los niños y jóvenes que no tienen una guía adecuada puedan perder sus habilidades sociales.

No obstante, señala que "la tecnología puede ayudar a desarrollar formas de interacción o de reflexión como los conocidos foros en línea. Con vigilancia la tecnología puede ser bien aprovechada".