En 1925 había un solo futbolista ecuatoriano actuando en el extranjero. El pionero fue el guayaquileño Sucre Cando Marín, primer jugador que rebasó la frontera tricolor para enrolarse en el balompié de otro país. El destino del atacante del club Panamá fue el equipo peruano Bolognesi de Túmbez.

Después de 84 años, los sucesores de Cando son 25 y los sellos en sus pasaportes indican que llegaron mucho más lejos en el mapa futbolero.
Incluso, últimamente sus transferencias quebraron récords en cuanto a la velocidad y frecuencia con que se concretaron.

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En 24 horas, entre jueves y viernes pasados, dos ecuatorianos incrementaron la lista de la legión extranjera. Primero, El Nacional anunció el préstamo de Walter Ayoví (29 años) al Monterrey de México. Y al día siguiente, el Santos de Brasil adquiría a Liga de Quito los derechos deportivos de Luis Bolaños, una de las figuras albas en la conquista de la Copa Libertadores 2008 y del subtítulo del Mundial de Clubes.

Para el ex volante y ahora entrenador Carlos Torres Garcés, quien en 1976 militó en el Toluca de México, el éxodo de futbolistas nacionales al exterior “se debe al repunte del balompié de Ecuador, a nivel de clubes y de Selección”.

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Palillo dice que la globalización también es un factor clave: “El fútbol mundial se ve en todos lados. Nuestros jugadores son vistos en todo el planeta y tienen la ayuda de representantes que los promocionan. Pero los respalda su calidad y la gran evolución de nuestro  fútbol. Las clasificaciones a dos mundiales (2002 y 2006) y el triunfo copero de Liga  hacen que el mundo crea en nosotros”.

La lista de fichajes recientes incluye al volante militar Pedro Quiñónez, de 22 años, que el 13 de diciembre anterior se vinculó al Santos Laguna mexicano (será compañero del quiteño Christian Benítez, declarado mejor jugador de México en la campaña 2008), y a Christian Lara, de 28, que el 5 de enero se convirtió en refuerzo del colombiano Deportivo Pereira.

Para Patricio Cornejo, comentarista de radio Caravana,  que cuatro ecuatorianos emigren (Bolaños, Ayoví, Quiñónez y Lara) en menos de un mes tiene una explicación financiera.

Son más baratos
“Lo de Bolaños se da por lo que hizo en Liga. Hace rato era observado. También por intermediarios, pero básicamente porque los jugadores ecuatorianos son baratos y buenos. Además, para los clubes que los contratan siempre es importante hacer un buen negocio con lo que es bueno y barato (por una eventual transferencia posterior a mayor precio)”.

Extraoficialmente, a las arcas de los clubes ingresaron, por tres de estos últimos cuatro traspasos, $ 4’750.00 ($ 2,6 millones por Bolaños, $ 1,8 millones por Quiñónez, y $ 350.000 por Ayoví. Del pase de Lara no se proporcionaron cifras).

Pero, según Cornejo, algunos de estos precios son “gangas” para las instituciones que pagaron. “El nombre de un futbolista de Ecuador resulta más barato que uno de Brasil, Argentina o algunos países de África. Los nuestros son baratos y, pese a que no son extraordinarios, porque a nivel internacional rinden más o menos, el porcentaje de acierto de los clubes que los llevan es alto”.

México e Inglaterra
Los campeonatos donde hay más futbolistas ecuatorianos jugando son el mexicano y el inglés, con cuatro tricolores en cada uno.

Un arquero
Entre los 25 jugadores del país que actúan fuera, solo uno es guardameta: Rorys Aragón, esmeraldeño, cuida la valla del Standard de Lieja (Bélgica), con el que fue campeón de la temporada 2007-2008.

Cifras

$ 25
Millones. El pase más caro de los tricolores fuera del país es el de Antonio Valencia, del Wigan de Inglaterra.

2
Juveniles. Jefferson Montero (Dorados, de México) y Fidel Martínez (Cruzeiro, de Brasil) son los dos Sub 20 que militan fuera de Ecuador.