Boca Juniors amenaza con una fulminante demolición a la fortaleza del Gremio, que aunque precavido dice no temerle a esa presión, cuando se enfrenten el miércoles en el duelo de ida por la final de la Copa Libertadores.
Boca, por su estilo, va a salir a buscar el partido de entrada y con todo, declaró el técnico de Boca Miguel Russo, horas antes de un entrenamiento el martes en su feudo.
Esta es una final de Libertadores donde hay que ser preciso en el área rival y duro en la propia, agregó el timonel sin ninguna sutileza táctica.
Además, Russo subrayó que Gremio respetará a Boca en demasía porque el equipo xeneize tiene su fútbol, sus resultados y su historia y además juega en su mítico estadio La Bombonera, cuya acústica especial amplifica el aliento de sus hinchas y a veces modera los ímpetus del rival.
Acostumbrado al igual que Boca a pelear por cosas importantes, Gremio sabe la que le espera por lo que dejó en claro que dará batalla en cualquier frente que sea.
Y si lo atacan mejor, ya que eso dejaría espacios en la defensa boquense, lo cual sería aprovechado para su veloz contragolpe que encabeza el juvenil Carlos Eduardo.
Nosotros no le tenemos miedo ni a La Bombonera ni a la presencia de Diego Maradona, dijo en Porto Alegre el capitán Tcheco, antes de la partida del plantel que llegó el martes temprano a Buenos Aires, por demoras en el vuelo que era esperado en la noche del lunes.
Tcheco recordó que Gremio sabe con creces lo que es jugar con presión, que no será peor a la que sufrimos en Vila Belmiro cuando jugamos con Santos y con Pelé acompañando, desde las tribunas.
Gremio eliminó a Santos el miércoles pasado en su estadio Vila Belmiro a pesar de caer 3-1, porque hizo valer ese gol que como visitante que vale doble. En el choque de ida venció 2-0.
Boca y Gremio llegan con sus fuerzas intactas para atrapar la Libertadores, un objeto del deseo de los clubes de la región que le dan prioridad por sobre el campeonato de sus países.
Disipada el martes la preocupación por una gripe que un día antes impidió el entrenamiento de su cerebro Juan Román Riquelme, Boca puso el acento en elaborar maniobras de ataque con sus estandartes Martín Palermo y Rodrigo Palacio.
A Gremio no hay que darle respiro, dijo Palermo, de 33 años, con 23 partidos en la Libertadores y de la que fue campeón en 2000, antes de irse al fútbol de España.
Gremio, que dedicó la mañana al descanso en un hotel a la vera del Río de la Plata, evaluaba en la semana colocar un solo hombre de punta, Carlos Eduardo, y reforzar el mediocampo para contener las subidas por los laterales de Clemente Rodríguez y Hugo Ibarra. Si el técnico Mano Menezes se decide por ese esquema, el volante Lucas entraría por el atacante Douglas.
Boca ganó cinco veces la Libertadores (1977-78, 2000-01-03) y Gremio dos (1983-1995).
El partido se iniciará a las 19:45 (hora de Ecuador) y se esperan unas 45.000 personas en la cancha de Boca, entre ellos unos 2.000 torcedores del Gremio.
Probables alineaciones:
Boca: Mauricio Caranta, Hugo Ibarra, Daniel Díaz, Morel Rodríguez, Clemente Rodríguez, Pablo Ledesma, Ever Banega, Neri Cardozo, Riquelme, Rodrigo Palacio y Martín Palermo.
Gremio: Sebastián Saja, Patricio, William, Teco, Lucio, Sandro Goiano, Diego Gavilan, Diego Souza, Tcheco, Lucas (Douglas) y Carlos Eduardo.
Árbitro: Jorge Larrionda (Uruguay).