El futbolista argentino José Luis Garrafa   Sánchez, de 31 años, ex jugador de Banfield de Argentina y de Bella Vista de  Uruguay, murió el domingo en una clínica de Moreno (periferia oeste), según  informaron fuentes de ese centro asistencial a la prensa.
  
Sánchez, reconocido por su juego vistoso como un ídolo por los  simpatizantes de Banfield, de la primera división del fútbol argentino, estaba  internado desde la noche del viernes con un diagnóstico de "muerte cerebral  irreversible", con un severo daño neurológico y pérdida de masa encefálica tras  un grave accidente con su moto.
  
El futbolista, que actualmente se desempañaba en Deportivo Laferrere, de la  segunda división, se habría accidentado frente a su casa, al caer y golpear su  cabeza contra un cantero mientras realizaba una serie de piruetas con su moto  sin tener casco de protección.
  
Decenas de simpatizantes, dirigentes y futbolistas habían llegado en las  últimas horas a la clínica en la que estaba internado, incluido Carlos Bilardo,  el entrenador de la selección argentina campeona en el Mundial de México-1986,  quien había estado a punto de incorporarlo cuando dirigía a Boca Juniors, en  1996.
  
En aquella oportunidad, Bilardo desistió de contar con Sánchez porque quedó  preocupado tras haber visto al mediocampista realizar maniobras peligrosas con  la moto en una autopista.
  
Sánchez, hijo de un repartidor de garrafas, por el que recibió ese apodo,  surgió en Laferrere en 1993 y luego se desempeñó en El Porvenir (segunda  división), Bella Vista de Uruguay (1999/2000) y Banfield, con el que ascendió a  la máxima categoría en 2001.