Kojo Annan, el hijo del secretario general de la ONU, Kofi Annan, habría recibido más de 750.000 dólares (602.000 euros) de firmas petroleras que actualmente son investigadas en el marco del escándalo del programa "Petróleo por alimentos" en Iraq, informa el miércoles el diario de negocios londinense Financial Times.
Según el diario, que cita fuentes allegadas a los expedientes de dos firmas implicadas, esos fondos fueron girados en 2002 y 2003 a una cuenta de Kojo Annan, identificado con su segundo apellido -Adeymo-, en la sucursal suiza del banco privado Coutts.
"Los pagos, descubiertos por el Financial Times durante una investigación conjunta con Il Sole 24 Ore, el diario económico italiano, parecer estar vinculadas a transacciones petroleras en el mercado de Africa occidental", según el diario británico.
El diario cita sin embargo una declaración del abogado de Kojo Annan, que subraya que ese dinero no estaba vinculado al programa "Petróleo por alimentos (OFFP)", que ha afectado la imagen de las Naciones Unidas.
"Nuestro cliente no ha recibido jamás personalmente dinero procedente de una transacción petrolera en el marco de la OFFP", declaró el abogado.
Según el abogado, Kojo Annan dirigía en Nigeria un firma denominada Petroleum Projects International, que negociaba en los mercados del gas y del petróleo refinado de Africa occidental, antes que con petróleo crudo, que lo que está en el centro del escándalo "Petróleo por alimentos".
No obstante, el Financial Times y Il Sole obtuvieron informaciones según las cuales todas las empresas que pagaron a Kojo Annan han sido investigadas por el Congreso estadounidense y por la comisión independiente dirigida por el ex presidente de la Reserva Federal norteamericana, Paul Volcker, por haber violado las sanciones económicas que sufría Irak en esa época.
Estas informaciones se publican en un momento difícil para el secretario general de la ONU, Kofi Annan, a unas horas de la publicación del informe detallado de Volcker sobre el escándalo, este miércoles.
Informaciones filtradas de ese informe indican que el secretario general era limpiado de toda sospecha en el terreno ético, pero que se le reprochará graves fallas en el campo administrativo.