Existen decenas de casas de empeño y de venta con esta modalidad; el Intendente manifestó que realizará operativos de control.

Algunos parecen clandestinos. Otros ofrecen atención las 24 horas. Solamente un pequeño letrero con la frase “compro oro” en los exteriores de aquellos locales distingue su actividad.

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En varios de estos negocios la presencia de un equipo de este Diario causó temor y nerviosismo.

En Chile y Vélez, donde está ubicada una de estas casas de transacción, al preguntar por el dueño del local nos manifestaron que no se encontraba y que el administrador no quería atender. En este sitio, un gran letrero que dice ‘Prestamos dinero por joyas’ daba la bienvenida a quienes transitaban por el lugar.

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Unos metros más adelante, en las mismas calles, se encontraba  otro de estos locales. “Aquí solamente prestamos dinero por oro a conocidos del dueño y máximo 150 dólares”, mencionó el dependiente del negocio, quien no se quiso identificar.

En este lugar, según el joven, al momento de recibir una joya, lo único que solicitan al cliente es su cédula de identidad y el “permiso de la joya donde fue comprada”, aseguró.

En los alrededores de las calles Nueve de Octubre, Chimborazo, Alcedo y Rumichaca, se hace evidente la proliferación de este tipo de negocios, que a decir del transeúnte Johnny Mite “a veces se convierten en sitios donde los delincuentes se acercan a vender lo que han robado. La Policía debería hacer requisas en estos sitios y exigir documentos de lo que ahí guardan”.

El intendente de Policía del Guayas, Roberto Ricaurte, manifestó que realizará operativos por el sector para confirmar que estos negocios funcionan legalmente.

“Si algún ciudadano ha sido afectado por estos sitios debe denunciar inmediatamente a la Intendencia para de inmediato proceder”, aseguró Ricaurte. En Luque y García Avilés, al ingresar por un angosto callejón se llega hasta el local 3: una puerta de vidrio con láminas oscuras no permite ver el interior; en ese sitio, al requerir al dueño o administrador del negocio, el temor se hizo presente en la persona que atendía, y la negativa fue inmediata. “No hay nadie”, dijo.

Con los papeles en regla
La modalidad de compra con retroventa se va acentuando más en la ciudad. Para el colombiano Édgar Zúñiga, propietario del local Costa de Oro, ubicado en las calles García Avilés y Vélez, su negocio no se lo puede denominar como casa de empeño, pues según afirma, en su local se compran joyas de oro,  para lo cual el cliente firma un contrato en el que se estipula que el propietario del local le está comprando el bien y, en caso de que el dueño original desee recuperar la alhaja, se le extiende un plazo de cuatro meses para que vuelva a adquirir el objeto. “Este es un negocio que aquí en Ecuador no se lo conocía, pero que en otros países como Colombia y Argentina son habituales”, señaló.

David Idárraga, colombiano, tiene dos años con su local  de nombre Compraventa Guayaquil, ubicado en Chile entre Vélez y Nueve de Octubre. Él al igual que Zúñiga, antes de ser entrevistados, enseña los documentos extendidos por las autoridades respectivas para el funcionamiento de sus negocios. “Nosotros estamos legalmente aquí, tenemos todos los papeles en regla. Ahora estamos buscando agremiarnos para que otras gentes no nos molesten, porque piensan que por el hecho de ser colombianos estamos haciendo algo malo”, enfatizó.

A diferencia de su coterráneo, en este local, además de  oro, también se receptan electrodomésticos. “Para coger algún objeto nos tienen que enseñar los documentos que digan que esa persona es la dueña, y además deben  firmar un acta juramentada, si no, no lo aceptamos”, dijo.

En el sistema financiero
El Banco Solidario es una de las instituciones financieras que tiene entre sus servicios el ofrecer créditos en efectivo por prendas de oro.

El banco, mediante su producto La Olla de Oro, otorga créditos a los ciudadanos que dejan sus joyas.

Lourdes Hernández, del departamento de Comunicación del  Solidario, manifestó que los montos en préstamo que la institución ofrece van desde los 20 a 25.000  dólares y deben ser cancelados en un plazo de  30 hasta 120 días. Hernández manifestó que al momento de solicitar un crédito, el usuario debe presentar, además del bien, el original y copia de la cédula de identidad, papeleta de votación y una copia de la planilla de pago de servicios básicos.