En las últimas semanas se ha producido un sinnúmero de accidentes como arrollamientos, causados por la irresponsabilidad de unos choferes de vehículos de transporte público y pesado, ante el poco o ningún control que ejercen las autoridades.
No es difícil observar dos y hasta cuatro columnas de vehículos de transporte que bloquean las calles; el exceso de velocidad con el que circula gran porcentaje de choferes; el pésimo estado de la estructura interior de las unidades; los carros que congestionan el tráfico porque se les sale el tren delantero o trasero, etcétera.
Pero, ¿quién es responsable de esta situación?
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Las autoridades esporádicamente hacen controles de bocinas, sin embargo eso no puede ser, que solo se controle por partes el problema. Debe haber un control de todo, principalmente de los buses y carros pesados en situación paupérrima.
La prevención de accidentes y abusos es la única forma en que se puede detener los imparables atentados a la vida humana.
Ing. Julio Alvarado V.
Guayaquil
