Las elevadas tasas de consumo de recursos y generación de residuos han ejercido presión sobre los sistemas medioambientales que rigen en los diversos países del mundo, que han planteado como una de las soluciones a este preocupante problema a la bioeconomía circular.

Esta se define como un sistema económico y social que tiene como objetivo la producción de bienes y servicios al tiempo que reduce el consumo y el desperdicio de materias primas, agua y fuentes de energía. Sin embargo, para que la bioeconomía circular tenga éxito, se necesitan nuevas empresas y modelos de negocio, lo cual en el caso del Ecuador puede anclarse al cuidado de los espacios medioambientales como el Yasuní y los bonos verdes.

Para ello, se debe identificar plenamente a los impulsores, las oportunidades, los retos y las barreras para las empresas en una bioeconomía circular, tanto desde el punto de vista teórico como práctico, y analizar las diferencias regionales en estos aspectos en los distintos continentes, para poder tener una línea base que contemple la problemática que otros países ya han superado. Es importante considerar aspectos como la falta de recursos financieros/capital y la competitividad de precios con las ofertas de productos tradicionales/lineales.

También se deben considerar aspectos como el establecimiento de políticas públicas, el apoyo gubernamental y la recuperación de residuos. Las políticas que se definan para la implementación de empresas de economía biocircular requieren establecer estrategias para suplir la falta de políticas de incentivo, políticas fiscales y demás aspectos macroeconómicos que no se han desarrollado en el Ecuador.

Se debe también enfocar a desarrollar y hacer que la tecnología adecuada esté disponible localmente, y permitir la competitividad de precios con las opciones tradicionales (lineales y basadas en productos no renovables), todo esto ligado a las implicaciones empresariales y de gestión.

Esto no se ha implementado aún en el país, pues dependemos netamente de la exportación de materia prima...

Es importante considerar que en otros países que han iniciado con la implementación de este sistema, los residuos se llegan a convertir en materia prima habitual y los bioproductos se introducen en el mercado con estrategias de precios bajos, provocando así un aumento del consumo.

Es necesario considerar estrategias de precios más elevados para los productos de base biológica (en comparación con los productos de base no biológica). Además, se estaría generando un desarrollo tecnológico que contribuye a impulsar la innovación.

Para que los sistemas de economía biocircular y el desarrollo de un país tenga éxito es necesario un mayor desarrollo tecnológico y una mayor conexión entre los actores de la cadena de valor, que converjan en modelos de negocio circulares y sostenibles.

Esto no se ha implementado aún en el país, pues dependemos netamente de la exportación de materia prima, y es aquí en donde radica la importancia de la industrialización, de la manufactura y la producción de bienes no primarios, los mismos que pueden ser financiados inclusive internacionalmente basándonos en la no contaminación de espacios verdes, anclados a la bioeconomía. (O)