Los botes que transportan de manera habitual a los trabajadores de Petroecuador, y de otras empresas petroleras, desde el Coca hasta el ITT bloque 43 tienen ventanas panorámicas y cómodos asientos, están equipados con pantalla plana y puertos para conexión de dispositivos electrónicos, recorren el río Napo durante cuatro horas y en el trayecto se pueden ver gabarras que transportan camiones y combustible. Algunos de estos botes son de la comunidad y esa operación les deja unos $ 150.000 que los utilizan para actividades como mingas y para ayudar a la gente cuando tienen enfermedades.

Esta es una muestra de cómo la actividad petrolera impulsa, a su vez, la economía de las comunidades. Ciertos botes son parte de la Cooperativa Fluvial Wayra Shynalla, que pertenece a Boca Tiputini, una de las siete comunidades (seis kichwas y una waorani) cercanas al bloque.

Representantes de estas comunidades llegaron este martes 20 de junio al puerto de Tiputini en el ITT para hablar con el gerente de Petroecuador, Ramón Correa, y manifestar su “indignación”, están en contra de la consulta popular y la intención de colectivos ambientales “que no los representan” de que se termine la actividad petrolera del ITT.

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ORELLANA, Tiputini (20-06-2023). Los habitantes de las comunidades cercanas al bloque 43 de Petroecuador, en los límites del Parque Yasuní, entre otros beneficios, dan servicios de transporte en botes tanto para las petroleras como para la población. Alfredo Cárdenas/ EL UNIVERSO Foto: Alfredo Cárdenas

Es que en dos meses -el 20 de agosto del 2023- se realizará la consulta popular en la que los electores deberán pronunciarse sobre si están de acuerdo con dejar el crudo del ITT en tierra. Esto, según los cálculos de Petroecuador, significaría que el Estado dejaría de percibir de manera neta unos $ 1.200 millones anuales y más de $ 16.000 millones 20 años, incluyendo los gastos de abandono, remediación e indemnizaciones que debería asumir la empresa.

Lauro Papa, comunero kichwa de Boca Tiputini, asegura que durante diez años se ha mantenido una buena relación de camaradería con la petrolera estatal. Que han logrado acceder a atenciones de salud, becas educativas, entre otros, que les han beneficiado. Sostiene que el manejo ambiental siempre ha sido sano y hasta el momento no han tenido ninguna contaminación. “Nos perjudicaría como comunidad si se va la petrolera, pero no se afecta solo a Boca Tiputini, sino a todos los ecuatorianos”.

“Estamos indignados como cantón Aguarico de que otros colectivos se tomen nuestro nombre, el de nuestros ancestros”, a la par asegura que el próximo 30 de junio se realizará una asamblea cantonal en la que participarán 16 comunidades kichwas. “Vamos a decirles a los ecuatorianos que no es responsable mantener el petróleo en tierra, más bien nos afecta”. Y asegura que su pronunciamiento es en contra de la consulta y a favor de que siga la explotación petrolera, pues esta les ha dado bienestar.

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Marco Grefa, presidente de la comunidad Boca Tiputini, indica que los beneficios que han recibido de la petrolera han sido varios, enmarcados en los acuerdos de compensación e indemnización que dicta la ley amazónica. Asegura que la operación de los botes les arroja unos $ 150.000 que los utilizan para actividades como mingas y para ayudar a la gente cuando tienen enfermedades. Pero además han tenido educación para sus hijos, algunos de ellos han podido ir a la universidad. También asegura que pueden brindar el servicios de bote acuático, gabarras, alquiler de buses, entre otros.

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Una posición similar tiene William Llerena, representante de Asocatín, la asociación de catering que abastece de comida a la empresa petrolera. Son 34 trabajadores, de las comunidades y amazónicos, que brindan el servicio al bloque ITT. “Si ganara la consulta para que se quede el crudo en tierra, habría muchas personas que quedaríamos sin trabajo”, dice, a la par que asegura que él y su familia que vive en el Coca van a votar No porque no quieren que se cierre el ITT.

Asocatín brinda el servicio de 'catering' al bloque 43 ITT. En la empresa existen 34 trabajadores. Foto: Patricia Sandoval

Los botes se deben trasladar al bloque 31, y el atardecer, con sus tonos rojos, amarillos brillantes y violetas, revela la belleza de la naturaleza que se mantiene prácticamente intocada. Wiliam Licui, quien lleva quince años operando botes y canoas, conduce El Ídolo con sumo cuidado, y va leyendo el río y sus sombras. Se acaba de enterar que existe la convocatoria para la consulta popular, pero dice no estar de acuerdo: “Si sale la empresa, de qué va a vivir la gente” se pregunta. (I)