Entre 2015 y 2022, es decir en ocho años, se han registrado al menos 23 incidentes ambientales, entre derrames, vertidos, fugas e incluso incendios en el bloque 43 ITT. Esto, según oficios intercambiados entre personal de la autoridad del Ministerio del Ambiente y de la empresa estatal Petroecuador (Petroamazonas). Los documentos, a los que tuvieron acceso los miembros del colectivo Yasunidos, y que fueron compartidos con este Diario, revelan por un lado que se han producido una serie de problemas ambientales, pero también que sí ha existido un control por parte de la autoridad ambiental.

De los incidentes reportados, catorce han sido derrames, siete vertidos, una fuga y un incendio. Los derrames y vertidos han sido de crudo y diésel, entre 10 galones y 4,5 barriles, dependiendo de la ocasión y el lugar en donde ocurrieron los problemas. Varios de los incidentes relatados se produjeron en las plataformas Tiputini y Tambococha y las centrales de procesos Tiputini y Tambococha, así como en el arenero zona de embarque Miranda.

Esta información, que consta en documentación oficial, si bien se refiere a volúmenes pequeños, contradice lo que han dicho autoridades de Petroecuador en estos días, en el sentido de que en diez años no se ha registrado ningún derrame. En estos días ha vuelto a levantarse el debate sobre si es conveniente o no para el país en el tema fiscal y ambiental mantener el crudo que queda en el bloque 43 ITT en tierra. Esto, frente a la consulta popular que se realizará el 20 de agosto, con la pregunta: “¿Está usted de acuerdo con que el Gobierno mantenga el petróleo del ITT, conocido como Bloque 43, indefinidamente en el subsuelo?”.

Publicidad

De manera general, quienes rechazan la pregunta y están por el no consideran que el país perdería importantes ingresos económicos ($ 1.200 millones anuales), pues el bloque está en plena producción, pero además indican que sí se ha llevado una operación amigable con el ambiente. En cambio, los impulsadores de la consulta, y del sí, entre ellos el colectivo ambientalista Yasunidos, dicen que hay una afectación muy importante tanto al tema ambiental como a los pueblos no contactados y por eso piden dejar de explotar.

Para Pablo Piedra, del colectivo El sur por el Yasuní, Petroecuador es una industria opaca que esconde la información, dice que siempre han impedido que veedores independientes puedan acceder al bloque 43. “Petroecuador ha tenido un comportamiento opaco sobre lo que está pasando”. Para él, esta información tiene su valor, pero sería solo la punta del ovillo y recalca que ha habido contradicciones en el discurso de Petroecuador y no ha revelado lo que ha estado pasando, por ejemplo, cuando indican que no han hecho carreteras sino senderos ecológicos, y en realidad son grandes accesos carrozables; cuando dice que incorpora la tecnología más alta, cuando eso sería rentablemente inviable.

Entre tanto, Petroecuador reconoció a través de un comunicado que en cumplimiento de la normativa legal ambiental, la empresa ha informado siempre a la autoridad ambiental, de manera transparente e inmediata, de todos los eventos operacionales ocurridos dentro del Bloque 43, en los campos Ishpingo, Tiputini, Tambococha (ITT), los cuales han sido controlados y gestionados oportunamente.

Publicidad

Por ley, todo evento operacional debe ser informado en máximo 24 horas, la empresa ha respetado siempre este plazo. No existen productos de ningún tipo vertidos o perdidos en el medioambiente.

La empresa también dijo que los eventos mencionados ocurrieron dentro de las instalaciones que cuentan con protecciones, adecuaciones y salvaguardas de la operación, sin ninguna afectación al ambiente o a las comunidades. Es así que desde el inicio de la operación se ha reportado a la autoridad ambiental 26 eventos operacionales, cuya gestión está concluida, conforme la verificación de personal del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica presente físicamente y de manera permanente en el Bloque 43.

Publicidad

EP Petroecuador indicó que “cumple con los más altos estándares de la industria petrolera en el país, con innovación tecnológica y constructiva. Prácticas que han inspirado el modelo reglamentario actual de la autoridad ambiental para el sector hidrocarburífero”. (I)