Francia siempre tuvo un gran poder en el balompié mundial. Su peso dirigencial permitió la fundación de la FIFA, en 1904. El acto constitutivo de esa fecha histórica se realizó en París en una de las oficinas de la Unión Francesa de Deportes, con la presencia de delegados de siete países europeos y sorprendió que no estuviera Inglaterra.

El dirigente francés Robert Guerin incentivó la idea realizando por primera vez en la historia un partido internacional oficial entre las selecciones de Francia y Bélgica, y es así como el 1 de mayo de 1904 se fundó la FIFA, cuya presidencia recayó en Guerin.

Así comenzó la tarea de crear normas uniformes para la práctica del fútbol y la afiliación de nuevas asociaciones. Los primeros países no europeos que se incluyeron fueron Sudáfrica (1909), Argentina y Chile (1912) y Estados Unidos (1913). En 1914 llegó la Primera Guerra Mundial y en 1921 se designó presidente a otro francés, Jules Rimet, quien duró 33 años en el cargo.

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A él se lo considera el gran responsable de la expansión de la FIFA. Organizó el primer Mundial de Fútbol, en Uruguay en 1930, soportó la Segunda Guerra Mundial y cuando se retiró en 1954, la FIFA tenía 85 países asociados. En su homenaje el trofeo para campeón fue denominado Copa Jules Rimet. En 1938 Francia organizó la tercera Copa del Mundo. Los tiempos no eran los más adecuados por el ambiente bélico que se vivía en Europa. Sin embargo, se jugó el torneo con el triunfo de Italia, como en 1934.

La influencia de la dirigencia francesa se hizo notar también con la creación de la UEFA en 1954. El francés Henry Delaunay fue su primer presidente. Su gestión se afianzó cuando consiguió la organización de la primera Copa de Europa.

La dirigencia francesa no solo fue clave en la creación de la FIFA y en la disputa de los mundiales, en la creación de la UEFA y la Eurocopa, sino también en el nacimiento de la Liga de Campeones, en 1956, denominada entonces Copa de Europa de clubes.

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Su primera edición se cumplió gracias al impulso de su promotor el francés Gabriel Hanot, quien era editor del importante diario deportivo parisino L’Equipe. Los franceses también fueron precursores en reconocer a los futbolistas destacados, para aquello otra publicación deportiva francesa, France Football, instituyó el Balón de Oro. En el orden de la competencia futbolística en el campo de juego, los franceses estaban rezagados, respecto al gran nivel de su dirigencia, como lo hemos mencionado en lo que va de nuestra columna.

En el Mundial Suecia 1958 Francia presentó un equipo dispuesto a dar pelea por el título. Le ganó a Paraguay 7-3 y a Escocia 2-1. Clasificado a cuartos le ganó a Irlanda del Norte 4-0 y tuvo que jugar en semifinales con Brasil, que venció 5-2. El torneo significó la confirmación de dos grandes jugadores franceses: Raymond Kopa, que ya militaba en el Real Madrid; y Just Fontaine, del Stade de Reims, quien anotó nada menos que 13 goles en ese Mundial. Kopa fue Balón de Oro en 1958, ganó tres veces la Copa de Europa con el Real Madrid. Fontaine, artillero contundente, terminó su carrera con un promedio de 0,90 goles por partido.

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Sin éxito los clubes de Francia comparecían permanentemente en el campeonato europeo, hasta que el Olympique de Marsella ganó en 1993 en forma invicta la Liga de Campeones al derrotar al Milan 1-0. Posteriormente se quiso manchar ese triunfo cuando se descubrió que el Marsella, presidido por Bernard Tapie, había amañado un partido en la liga francesa y por aquello fue castigado con el viaje a segunda categoría. El título de monarca de la UEFA no estuvo en discusión y mantiene el récord de ser el único club de su país que lo ha ganado. Ahora lo quiere emular el PSG, que disputará la semifinal de vuelta del 2024.

En la década de los años 80 apareció como estrella fulgurante del fútbol francés Michel Platini, tres veces Balón de Oro (1983, 1984 y 1985). Con su país jugó las dos semifinales en España 1982 y México 1986. Fue capitán de Francia en la conquista de la Eurocopa 1984. Su característica principal era su velocidad mental, su creatividad, su exquisita técnica y capacidad goleadora. Platini, uno de los mejores jugadores de toda la historia de Juventus.

En 1998 Francia organizó el Mundial y lo ganó por primera vez. Su selección tuvo dos jugadores excepcionales, que fácilmente pueden estar en el podio del mejor futbolista francés de todos los tiempos: Zinedine Zidane (con fantasía, creatividad y elegancia) y Thierry Henry (el conquistador, porque no solo fue campeón en el Mundial 1998, sino de la Eurocopa en el 2000).

Henry obtuvo seis títulos con el FC Barcelona, fue la principal figura del Arsenal del 2004 y su goleador histórico con 228 goles. Era veloz, goleador, técnico.

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Hay historiadores que incluyen a Eric Cantona entre los mejores franceses de la historia. Su paso en Francia por el Nantes y el Olympique de Marsella fue muy cuestionado porque el Enfant terrible (niño terrible) lucía gran categoría en su fútbol, pero su temperamento lo traicionaba. Fue separado por tirar y pisar la camiseta del Marsella, insultar a sus dirigentes, pelearse en los camerinos. Se fue de Francia al Leed inglés, donde quedó campeón en 1992; luego lo fichó el Manchester United.

Su calidad futbolística era indiscutible, pero por irreverente llegó a agredir a aficionados de su equipo en la misma cancha. Ganó cuatro títulos con los Diablos Rojos, pero sus excentricidades y excesos desvanecieron todo lo talentoso que era jugando al fútbol.

La selección francesa ganó su segundo Mundial en Rusia 2018 al vencer en la final 4-2 a Croacia. Con un juego atildado comparece al primer plano universal Kylian Mbappé, quien con apenas 19 años se convirtió en figura de la final, al anotar un gol y ser elegido el mejor futbolista joven de ese torneo.

Su evolución futbolística ha sido fulgurante. Fue figura estelar en la final con su selección en la Copa del Mundo de Qatar 2022, además de ser el cañonero del torneo con ocho goles. Para muchos ya es el mejor del planeta por su riqueza técnica, su potencia, su capacidad goleadora, sacando ventaja de su velocidad que registra 36,1 kilómetros por hora.

Aprovechando el decrecimiento natural de Leonel Messi y de Cristiano Ronaldo, que se adueñaron de aplausos prolongados y de títulos y trofeos, hoy irrumpe Mbappé por méritos propios. No creo que más beneplácitos deba recibir Messi, como sucedió en el premio The Best, que lo ganó el argentino, porque France Football a última hora incluyó al Mundial de Qatar como medida de valoración. En el 2024 también en forma injusta lo designó nuevamente. Fue tan inesperado que Messi no fue a la gala de premiación.

Ahora el debate se centra en estos temas: ¿Es Mbappé el mejor futbolista francés de todas las épocas? ¿Superó a Kopa, Fontaine, Platini, Zidane o Henry? Aunque los juicios en épocas diversas complican la elección, creo que si ya no lo es, tendrá todo el tiempo para serlo. Su próxima exposición está a la vuelta de la esquina, la Eurocopa de Alemania 2024.

A esta cita llega Francia como favorita, liderada por Kylian Mbappé, para intentar confirmar que es el mejor futbolista del planeta. (O)