El Viernes Santo se rememora en muchos rincones del mundo. Es el segundo día del llamado triduo pascual, periodo durante el cual la liturgia católica nos hace vivir la pasión, muerte y resurrección de nuestro señor Jesucristo.

La procesión

Años atrás, en el 2019, con ocasión del Viernes Santo, el líder de la Iglesia católica, el papa Francisco, nos invitó a los católicos a mirar los brazos abiertos de Cristo crucificado y a dejarnos salvar por Él. También nos indujo a contemplar su sangre derramada por amor y a dejarnos purificar por ella, para poder renacer. Desde ese año al presente, el mundo se ha convulsionado más, viviendo entre conflictos armados, con riesgo de una tercera guerra mundial, inclusive pasando por una crisis sanitaria como lo fue la pandemia del COVID-19. Y así, hoy estamos ante la necesidad de encontrar nuevas respuestas para enfrentar el infortunio global y los dramas individuales en cada país. Sin duda, el necesario pragmatismo no es suficiente ante las circunstancias y tal vez debamos acudir a la espiritualidad, y por qué no, al verdadero significado del Viernes Santo.

Sin duda, el necesario pragmatismo no es suficiente ante las circunstancias...

Un Viernes Santo de hace décadas, específicamente el 10 de abril de 1998, se alcanzó un acuerdo histórico entre católicos y protestantes en Irlanda del Norte, conocido también como el Acuerdo de Belfast, un pacto político que puso fin a 30 años de un conflicto armado en el que se contabilizaron más de 3.500 muertos y que cambió muchísimos aspectos de la vida en esa parte del Reino Unido. En esta solución medió la prioridad de alcanzar la paz y la unidad, conjugando la diversidad y la pluralidad.

Nuestra Semana Santa

Ojalá que hoy, en este Viernes Santo, Su Santidad, el papa Francisco, además de renovar su recomendación dada en 2019, haya contemplado dirigir un mensaje esperanzador a los individuos que están padeciendo y viviendo a diario situaciones de inseguridad, similar a la de los ecuatorianos, ucranianos y haitianos en sus respectivos países; pero que además incluya en el mensaje también a los migrantes de distintos países en su peligroso recorrido, donde algunos mueren, otros desaparecen, intentando llegar a Estados Unidos, en busca de una mejor calidad de vida; así como a los palestinos y judíos, haciendo votos para que recuperen la paz y armonía y que puedan convivir como lo lograron protestantes y católicos en Irlanda del Norte, luego de abandonar las armas y buscar la reconciliación. Pero, sobre todo, que condene directamente el accionar de los líderes políticos culpables de tales martirios que aún no terminan, exigiéndoles que se hagan a un lado de la conducción de la poca institucionalidad que queda en ciertos países, como Nicaragua y Venezuela, y por cierto también en nuestra fustigada patria, que lucha por sobrevivir a los embates de tan oscuros liderazgos. Esperemos que el pontífice, papa Francisco, les pida abandonar el rol de sumos sacerdotes conspiradores o de Pilatos proclamándose inocentes de la sangre de los justos, porque su traición contra su propio pueblo y ciudadanos ya no se puede ocultar más.

Dónde inicia y termina la procesión del Cristo del Consuelo 2024

En todo caso, que este Viernes Santo, día esperado por los católicos, para la oración, silencio, ayuno y reconciliación, nos sirva para escuchar con el corazón el mensaje de amor de Cristo. (O)