Tras la aparición de la pandemia se puso aún en mayor evidencia la inmensa relevancia del sector agrícola para todo el país y el mundo. El pequeño agricultor continúa con su producción en el campo, las empresas avanzan con sus operaciones de manufactura y creación de insumos, las empresas logísticas mantienen sus rutas, mientras los lugares de expendio (grandes y pequeños) deben seguir funcionando; se trata de una inmensa cadena creadora de trabajo y actividad económica cuya base es la agroindustria, un ente estratégico que al mismo tiempo cuenta con responsabilidad social.