Hace 30 años se registró el último caso de poliomielitis por virus salvaje en las Américas[1]; sin embargo, esta patología sigue siendo una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII), que se agravó con la interrupción de las campañas de inmunización por la pandemia y que produjo caídas en las tasas de coberturas de vacunación. En esa línea, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado que, de no erradicarse todos los tipos de poliovirus lo antes posible, se generarán al menos 200 mil contagios nuevos anuales en los próximos 10 años[2].