En marzo de 2020 una nueva enfermedad aterrorizó al mundo. Fue el inicio de una pandemia que significó la peor tragedia en la historia de la ciudad. Entonces la alcaldesa, Cynthia Viteri, estableció prioridades y delineó ejes de acción. Pese a que la salud pública no es una competencia de los gobiernos locales, se volcaron todos los recursos materiales y humanos del Municipio para enfrentar al virus. Bajo el lema “comer y vivir”, el Cabildo contrató personal médico, compró 175.000 pruebas rápidas, repartió 936.260 kits de alimentos a los sectores más vulnerables, distribuyó de forma gratuita 166.000 metros cúbicos de agua potable, al mismo tiempo que garantizaba el funcionamiento básico de la ciudad.