El presidente Biden recibirá a los líderes del Hemisferio Occidental en Los Ángeles del 8 al 10 de junio para la Novena Cumbre de las Américas, con un objetivo ambicioso, pero simple: ayudar al hemisferio entero —incluido Estados Unidos— a materializar su potencial como región donde la democracia responda a las necesidades de todos y las personas puedan hacer realidad sus aspiraciones, independientemente de dónde vivan.
Nuestra prosperidad común depende de la recuperación económica y... el crecimiento de la clase media...
La Cumbre se centra en la piedra angular de todas nuestras sociedades: nuestra gente. La pandemia del COVID-19 ha cobrado más de 2,7 millones de vidas en nuestro hemisferio y ha provocado un daño económico masivo, con pérdidas de empleo, merma de los ingresos e índices de pobreza crecientes. La crisis económica exacerbó las desigualdades históricas de la región, y sus efectos afectaron, sobre todo, a las comunidades marginadas. Nuestra prosperidad común depende de la recuperación económica y de que avance el crecimiento de la clase media en Estados Unidos y en todos los países de la región.
Son muchas las tareas que tenemos por delante. Durante la Cumbre, debemos comprometernos con una recuperación ecológica y equitativa, la resiliencia en nuestros sistemas sanitarios y la revitalización de las democracias. Debemos impulsar una gobernabilidad con transparencia y rendición de cuentas, y promover y proteger los derechos humanos, el Estado de derecho, la inclusión social y la igualdad de género, racial y étnica. Aprovechar el potencial inmenso que tiene la energía limpia en el hemisferio puede ser un propulsor del desarrollo económico y una manera de responder a la crisis climática; por eso debemos expresar nuestro compromiso de usar tecnologías eficientes y con ahorro energético; cooperar para que haya más fuentes de energía eólica y solar, bioenergías e hidroelectricidad. Además, debemos comprometernos a abordar la deforestación, la transformación de los ecosistemas y la contaminación con plásticos de los océanos. Muchas naciones del hemisferio ya están experimentando fuertes impactos debido a la crisis climática. Es preciso que nos comprometamos a implementar planes de adaptación nacionales, reforzar la resiliencia de los distintos sectores, intercambiar información y educar a la próxima generación responsable de crear políticas.
El progreso en todas estas áreas restablecerá en la ciudadanía la confianza de que la democracia puede dar respuesta a las necesidades de la gente. Debemos enfocarnos en las responsabilidades básicas del gobierno: brindar seguridad, atención de la salud, educación, infraestructura y Estado de derecho. Para lograr esto, nos proponemos invertir más en nuestra gente a través de la educación, construir instituciones más inclusivas, consolidar el papel crucial que desempeña la sociedad civil independiente, y respetar la dignidad humana que corresponde a cada persona.
El futuro de nuestro hemisferio sigue siendo favorable. La administración Biden-Harris usará las oportunidades que ofrece la Novena Cumbre de las Américas para contribuir a que todas las personas de América se vean beneficiadas. (O)