Los cambios siempre generan un poco de temor. Suele ser más fácil quedarnos en el lugar cómodo donde estamos acostumbrados, hemos generado vínculos afectivos y ya conocemos su dinámica, pero tengamos presente que permanecer en una zona de confort siempre terminará hundiéndonos y entumeciendo nuestro espíritu de explorar el mundo, desafiarnos y vencer temores. Por tanto, cuando la vida nos pone frente a una situación que implica comenzar desde cero, es fundamental abandonar la queja y tomar el riesgo, así sea con miedo. Además, estoy convencida de que las despedidas son la bienvenida para cosas nuevas y empezar siempre será positivo.
Siguiendo esa línea, reconozco que disfruto la adrenalina e ilusión que genera un cambio de casa, trabajo o ciudad. Las expectativas que generamos y los planes que se empiezan a formar con base en esta nueva visión de un futuro inmediato suelen llenarnos de esperanza y alegría. Por eso, me gusta creer que la vida tiene ciclos, así que trato de estar atenta para reconocer el momento de cerrar uno para empezar otro. Las casualidades no existen y siempre agradezco las experiencias vividas. Sin embargo, como dice Fito Páez, hay recuerdos que no voy a borrar, personas que no voy a olvidar, aromas que me quiero llevar y silencios que prefiero callar, pero es prioritario avanzar. Hubo puertas que pensé que nunca podría cerrar, pero lo hice en su momento, sin mirar atrás, cerrando los ojos y confiando en que la vida sigue y todo pasa.
... cuando el tiempo de cambios abre sus puertas y nos invita a (...) poner nuestra vida dentro de cajas, no temamos...
Por tanto, creo que es importante andar ligeros de equipaje en estos momentos en que las apariencias pesan más que los valores y mucha gente se queda con la forma y olvida el fondo. No esperemos que muera alguien cercano para tomar consciencia de que no somos los dueños del tiempo que nos resta, ni esperemos quedarnos sin empleo para descubrir que podemos vivir con muy poco. La vida hay que vivirla intensamente. Además, pienso que la libertad trae paz y estoy convencida de que la paz es una hermosa forma de felicidad. De esta manera, un espacio vacío esperando por olores y colores que traerán sus nuevos habitantes, un trabajo desafiante que nos obligue a encontrar soluciones para nuevos problemas o una ciudad con lugares por explorar, para perderse y recorrer, siempre serán un gran plan. Me llena de esperanza una historia nueva a punto de escribirse, porque siento que siempre será más valioso tomar el riesgo de caminar nuevos senderos que mantenerse respirando el aire viciado de un lugar donde se permanece por costumbre, pereza o para la foto en las redes; pero también recuerdo que somos amos de nuestro destino y responsables de nuestras decisiones y consecuencias, así que cada quien debe hacerse cargo de la vida que ha elegido.
Corolario. Cuando el tiempo de cambios abre sus puertas y nos invita a hacer maletas de recuerdos y poner nuestra vida dentro de cajas, no temamos; al contrario, veámoslo como una extraordinaria oportunidad para soltar el pasado. Por esta razón, me quedo con las palabras de Patti Smith: “La vida es una aventura de nuestro propio diseño cruzado por el destino y una serie de accidentes afortunados y desafortunados”. (O)