Hace poco leí a través de los medios de comunicación como las mafias aterrorizan a la ciudadanía con el descuartizamiento de dos cuerpos dentro de sacos de yute en la ciudad de Machala. Este tipo de situaciones nos dan a entender que el Gobierno nacional no atina con decisiones para poder detener esta ola de asesinatos e inseguridad en todo el país.
Los militares y policías hacen lo imposible con el temor de convertirse en víctimas de los delincuentes. Sin embargo, más de 100 agentes de la Policía Nacional y Fuerzas Armadas han caído por defender la seguridad de la ciudadanía, loas para esos héroes.
Me parece lastimoso que no haya forma de parar esta masacre. Se escucha como todos los días hay hechos monstruosos en varias ciudades como Guayaquil, Machala y Durán, esta última siendo considerada una de las ciudades más violentas del mundo, según un ranking.
Es triste que en la actualidad Ecuador es bien conocida no por sus paisajes ni siquiera por las islas Galápagos, sino por ser un país violento con sicariatos y extorsionadores que atacan con bombas a los locales comerciales cuando no les dan lo que ellos piden; somos un país donde se atacan con explosivos a los cajeros automáticos, cuyos destrozos causan pérdidas millonarias; y donde los secuestradores piden mucho dinero para liberar a sus víctimas.
Con esta realidad terrible nos tienen acorralados. Clamo a las fuerzas del orden que tomen las riendas de nuestro país para que se termine todo este caos. (O)
Luis Mario Contreras, Quito