La generación Z, nacida entre 1997 y 2012, ha crecido en un mundo definido por la tecnología, la diversidad y el cambio social. Son nativos digitales que manejan con destreza smartphones, redes sociales y herramientas tecnológicas. Según TechVision Labs (2021), el 96 % de esta generación posee un smartphone y el 85 % usa redes sociales diariamente. Sin embargo, solo el 38 % tiene un conocimiento avanzado de los sistemas tecnológicos, lo que resalta la necesidad de educación en habilidades digitales y ciberseguridad.

Un rasgo distintivo de la generación Z es su fuerte compromiso con la diversidad y la inclusión. El 80 % considera la diversidad una prioridad en sus vidas personales y profesionales, según la Fundación Diversity Now (2022). Utilizan las plataformas digitales para promover movimientos como Black Lives Matter y los derechos LGBTQ+, demostrando un deseo de crear espacios más inclusivos tanto en línea como en la vida real.

Esta generación también es progresista y busca soluciones innovadoras a problemas globales como el cambio climático y la desigualdad. De acuerdo con el Future Leaders Report (2020), el 68 % de los jóvenes está dispuesto a cuestionar las normas establecidas. No obstante, este deseo de cambio puede profundizar la polarización si no se abordan los debates con sensibilidad.

A pesar de sus logros, la generación Z enfrenta desafíos relacionados con la salud mental. La exposición a las redes sociales, junto con las presiones académicas, ha llevado a un aumento en los niveles de ansiedad. Según Mental Health (2024), el 62 % de los jóvenes reporta altos niveles de estrés. La gratificación instantánea que ofrecen las plataformas digitales contribuye a la frustración y la impaciencia, subrayando la necesidad de apoyo accesible para la salud mental.

Otro reto es su disminuida capacidad de atención. Un estudio del Cognitive Skills Institute revela que el 45 % de los jóvenes tiene dificultades para concentrarse durante periodos prolongados. Si bien son eficaces en multitasking, deben encontrar formas de mejorar la retención de información compleja.

La generación Z tiene un impacto significativo en el mundo actual. A pesar de los retos que enfrentan en cuanto a salud mental y atención, su capacidad para adaptarse, junto con su compromiso con la justicia social, ofrece un panorama optimista. Con el apoyo adecuado tienen el potencial de construir un futuro más innovador y equitativo. (O)