La vorágine política vuelve a la carga y la ignorancia de los votantes campea. Una agrupación política solo y exclusivamente se preocupa de sus amigos prófugos o sentenciados por corruptos que nos robaron a todos, incluidos sus seguidores.

El tsunami de candidatos es cobijado por el Código de la Democracia, que algunos de los políticos no quieren topar, pues no les conviene; por eso pueden estar en una papeleta. Algunos tendrán los votos de sus familiares y los panas del barrio. Qué vanidosos son.

¿Qué es lo que no entendemos?

Es superlativa la descomposición de nuestro país a todo nivel, y a estos políticos les importa muy poco el pueblo ecuatoriano, y velan por su propio interés y el de sus allegados.

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Lo peor de todo es que muchos votantes no analizan ni reflexionan su voto, tanto para presidente y mucho peor para legisladores, que en los últimos periodos, en mi opinión, ha ido gente sin capacitaciones o ningún conocimiento parlamentario. Agregado a esto que, desde mi perspectiva ciudadana, estos asambleístas no han sacado una sola ley con trascendencia para mejorar la vida de los ecuatorianos. Perdón, casi me olvido de que nuestros ilustres asambleístas decidieron aprobar el Día Nacional del Bizcocho, Manjar y Queso de Hoja.

Acerca del encargo de la Presidencia

Ciudadanos, castiguemos en las urnas a todos estos ambiciosos oportunistas. Si seguimos eligiendo a los mismos, el Ecuador y su gente jamás saldrán adelante.

Nosotros con nuestro voto podemos hacer el cambio para un país mejor. (O)

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Eduardo Proaño Paredes, Ibarra